Uso del agua en la agroindustria: ¿Por qué es fundamental?
Para producir ese jugo de naranja que tomaste al desayuno se emplearon 50 litros de agua. Para el chocolate de la tarde 2400 litros y la a taza de café, 140 litros. El agua es un recurso necesario no sólo para la salud de los seres vivos, sino para poner en marcha toda la industria agroalimenticia.
Desde el cultivo de la materia prima hasta en cada uno de los procesos industriales, así como el transporte desde el campo al supermercado, en cada uno de estos pasos está involucrado el vital recurso. El uso del agua en la agroindustria es fundamental y por lo tanto debe optimizarse, con miras de garantizar su aprovechamiento sostenido. La vida humana depende en gran medida de la producción alimentaria, así que este es un aspecto prioritario de inversión.
Uso del agua en la agroindustria
El uso del agua dentro de la agroindustria es variado, pues se encuentra en todas y cada una de las etapas. Puede abarcar procesos de limpieza de la materia prima, maquinarias y lavado de manos, así como ser parte de las recetas del producto procesado; es utilizada también durante la fabricación de los empaques, sin mencionar la utilizada para el riego al cultivar la materia prima.
Desde esta perspectiva el concepto de huella hídrica resulta muy valioso, porque nos obliga a evaluar el costo hídrico de la obtención de un producto incluyendo cada uno de las etapas por las que transcurre, incluyendo su procesamiento y preparación; entendiendo el proceso como un todo.
Dentro de la industria agrícola, el punto más sensible es el riego, pues es en donde se requiere mucha más cantidad de agua. Regar es necesario, pues es la única forma de garantizar la producción de alimentos de calidad de forma constante y regular. Si bien es posible obtener ciertos productos con cultivos al secano (es decir, que depende del riego natural de la lluvia, sin intervención humana), la cantidad de estos nunca será tan elevada y constante como cuando se emplea la agricultura de regadío.
Por supuesto que todo depende de las condiciones atmosféricas y geográficas, además del tipo de cultivo, pero las estadísticas apuntan a que es mucho más eficiente crear sistemas de riego si se quiere producir alimento en cantidad. En efecto, se estima que un cultivo de regadía produce 3 veces más cantidad de alimentos que uno secano. De aquí la importancia de invertir en sistemas de riego y almacenamiento de agua que permitan hacer un uso eficiente del recurso, tanto para maximizar los niveles de producción (y ganancia) como para proteger el medio ambiente.
¿Por qué es tan importante optimizar el uso del agua en la agroindustria?
Es imposible hablar de seguridad alimentaria sin tocar el tema de la disponibilidad hídrica. El uso del agua en la agroindustria es el eje fundamental sobre el cual deben apoyarse cualquier programa para incrementar los niveles de producción de alimentos en cualquier país. Esto no es una exageración, pues de toda el agua dulce que se extrae a nivel mundial, al menos el 70% se destina al cultivo de alimentos.
Optimizar el uso del agua en la agroindustria es una necesidad imperiosa, pues se espera que la población mundial siga en aumento y para poder responder a las necesidades alimenticias es necesario hacer un uso más racional y eficiente.
Se estima que para el año 2050 se debe aumentar la actividad agrícola hasta en un 70% para poder satisfacer las demandas básicas de alimento de la población del mundo en desarrollo; y para poder lograrlo es necesario mejorar la eficiencia con la que se emplea el agua dentro de la agroindustria dentro del cultivo con riego.
Es paradójico que para garantizar la seguridad alimentaria hace falta aumentar de forma sostenible la producción agrícola, pero al mismo tiempo se deba reducir la cantidad de agua que se emplea en este sector. La actividad agrícola es el principal consumidor de agua a nivel mundial, y esto sigue aumentando, pues como mencionamos, hay una demanda mayor para la producción de alimentos para una población en constante crecimiento.
El reto están en la creación de estrategias para mejorar la productividad del agua en la agricultura. Desde sistemas de riego más eficientes, como el riego por goteo que evita el desperdicio del agua, hasta el acopio, tratamiento y devolución de las aguas servidas de las zonas urbanas para la producción agrícola. Es necesario invertir en sistemas de riego y drenaje, además de almacenamiento adecuado de agua.
Es cierto que necesitamos asegurar suficiente agua, de buena calidad, apta para el consumo humano y los procesos biológicos, pero resulta imprescindible hacer hincapié en la necesidad de mantener los ecosistemas naturales pues sin ellos es imposible mantener el equilibrio necesario para sostener el ritmo de purificación y regulación del agua. Por esto es necesario alcanzar un balance entre la conservación de la biodiversidad y el ambiente y la necesidad de transferir el agua a zonas determinadas para la producción de alimentos; además de seguir con las estrategias para minimizar el efecto del calentamiento global.