¿Cómo la sequía en México afecta la producción de alimentos?
Los mexicanos estamos viviendo los efectos devastadores de la sequía, que ya se empieza a notar en el racionamiento hídrico en las zonas urbanas y rurales. Si bien esto es un problema, palidece frente a una de las consecuencias de la sequía en México: la inseguridad alimentaria. México es un país con una extensa tradición agrícola y ganadera, además de exportar ciertos rubros; por lo que este fenómeno no sólo afecta la disponibilidad de agua, sino que también tiene profundas repercusiones en la producción de alimentos, la economía rural y el bienestar de millones de personas.
La producción alimentaria en México
México es un país con una producción agrícola muy significativa, tanto en términos de volumen como de diversidad. Según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), México produce anualmente más de 300 millones de toneladas de alimentos, incluyendo productos clave como maíz, frijol, trigo, y diversos tipos de frutas y verduras. En 2022, la producción de maíz, por ejemplo, alcanzó alrededor de 27 millones de toneladas, siendo este grano un alimento básico para la población mexicana.
De hecho, en 2019 la producción agrícola fue de 287.4 millones de toneladas, en 2020 fue 290.7 millones de toneladas y en 2022 alcanzó la cifra de 297.6 millones de toneladas. En 2023 se alcanzó más de 300 millones de toneladas. Estas cifras podrían descender abruptamente en caso de que la sequía se prolongue y no se tomen las medidas adecuadas para gestionar esta crisis.
Impacto de la Sequía en los Cultivos
Reducción de la Disponibilidad de Agua
La sequía reduce significativamente la disponibilidad de agua para riego, lo que afecta directamente la producción de cultivos. Los cultivos de temporal o secano que dependen de las lluvias, como el maíz, trigo y caña de azúcar, son los más vulnerables. En 2020, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) reportó que aproximadamente el 80% del territorio nacional sufrió algún grado de sequía, impactando gravemente las zonas agrícolas de los estados de Sonora, Chihuahua, Sinaloa, y Zacatecas. Esta situación persiste, como puedes ver en su monitor de sequía de México.
Disminución del Rendimiento
La falta de agua afecta el crecimiento y desarrollo de las plantas, resultando en una disminución del rendimiento de la cosecha. Por ejemplo, en el ciclo agrícola 2020-2021, la producción de maíz disminuyó en un 8% en comparación con el año anterior debido a la sequía. Los agricultores han tenido que enfrentarse a la pérdida de cosechas y, en algunos casos, al fracaso total de los cultivos, lo que provoca un aumento en los precios de los alimentos básicos.
Suelo y Fertilidad
La sequía también afecta la calidad del suelo. La falta de humedad puede llevar a que el suelo se compacte demasiado, lo que ocasiona la pérdida de materia orgánica. Esto reduce la fertilidad y capacidad para retener agua en el futuro. La sequía que afecta el suelo crea un ciclo negativo que lo hace menos productivo, por lo que los agricultores se ven obligados a usar más fertilizantes y otros insumos para intentar compensar la pérdida de rendimiento, lo que a su vez puede alterar el equilibrio del ecosistema, pues puede contaminar el agua.
Impacto de la sequía en el Campo
Abandono de Tierras
La falta de agua ha llevado al abandono de tierras agrícolas. Una gran cantidad de agricultores pequeños y medianos se ven obligados a abandonar sus tierras, pues son incapaces de hacer frente a las pérdidas recurrentes. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en los últimos diez años, se ha observado un incremento en la migración rural hacia las ciudades, magnificando problemas urbanos como el desempleo y la pobreza. Las ciudades están repletas de personas empobrecidas tratando de subsistir.
Pérdida de Biodiversidad
La sequía en el campo no solo afecta los cultivos hechos por las personas, sino también la biodiversidad en el campo. La falta de lluvias y el aumento de temperatura reduce la disponibilidad de pastos naturales, lo que afecta la fauna y flora local, que se ve desplazada o que muere. Esto tiene un impacto en los ecosistemas locales, altera las cadenas alimentarias y reduce la biodiversidad. Como si fuera poco, la pérdida de la biodiversidad también tiene repercusiones negativas para los agricultores que dependen de la polinización y el control natural de plagas, servicios prestados por insectos y aves del entorno.
Economía Rural
La sequía provoca una disminución en la producción agroindustrial, lo que afecta los ingresos de las familias rurales. Esto se traduce en menores inversiones en infraestructura y tecnología agrícola, lo que hace perpetuo el ciclo de baja productividad y pobreza. Esta la falta de recursos económicos limita la capacidad de los agricultores para adaptarse a las condiciones climáticas cambiantes, haciéndolos aún más vulnerables.
Impacto de la sequía en la Ganadería
Escasez de pasto y agua
En estados como Chihuahua y Sonora, la sequía ha llevado a la muerte de miles de cabezas de ganado. En 2020, se estimó que la producción de forraje disminuyó en un 20%, lo que obligó a los ganaderos a comprar alimento adicional, incrementando sus costos operativos.
Reducción de la producción de leche y carne
La falta de pasto y agua reduce la cantidad de leche que producen las vacas, mientras que la falta de nutrientes afecta el crecimiento y la salud del ganado. Esto se traduce en menores ingresos para los ganaderos y un aumento en los precios de estos productos para los consumidores.
Salud Animal
La falta de agua y forraje puede llevar a problemas de malnutrición y enfermedades en los animales de campo. El estrés térmico debido al calor puede afectar la reproducción y la productividad del ganado. Los ganaderos tienen que invertir más en suplementos alimenticios y medicamentos, incrementando los costos de producción y reduciendo los márgenes de ganancia.
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Adaptarnos y crecer: la única opción
Los desafíos planteados por el escenario del calentamiento global, que altera patrones de luvia y prolonga la sequía, nos obliga a crear nuevas estrategias para mitigar sus efectos. La única opción para mantener un crecimiento sostenido de la producción agroindustrial y salir de la inseguridad alimentaria es adaptarse y crecer.
Las tecnologías de riego permiten una distribución y uso eficiente del agua. Ejemplo de esto es el riego por goteo o el empleo de sistemas automatizados que pueden reducir el consumo de agua. Esto sólo es posible si el gobierno u otras entidades ofrecen financimiento para la inversión, sobre todo para pequeños o medianos productores.
El correcto almacenamiento de agua evita el desperdicio y la contaminación de este preciado recurso.
A corto plazo, y sin importar el nivel productivo, es posible implementar suministros adicionales de agua. Algo tan simple como adquirir uno o varios tanques de agua industriales puede hacer una gran diferencia en el almacenamiento del agua. Rotoplas pone a disposición una línea completa de almacenamiento, en la que seguro encontrará el tanque adecuado para cada necesidad. Gracias a su características, tendrás un suministro de agua seguro y constante. Esto permitirá hacer frente a la sequia, ya sea como un sistema de riego auxiliar o para disponer siempre de agua limpia y fresca para el ganado, Rotoplas permanecerá a tu lado con la calidad y durabilidad que le caracteriza.
De igual manera, el tratamiento de agua es fundamental para reutilizar el agua en la cadena de producción y disminuir el uso de agua “nueva”.
Otras prácticas agroecológicas como rotación de cultivo, uso de abonos orgánicos y protección del suelo permiten mitigar los estragos de la sequía en el rendimiento de la producción; a la vez que mejoran la salud del ecosistema.