¿Cuál es la importancia del agua en nuestras vidas y cómo preservarla mejor?

Una frase que se ha repetido hasta el cansancio es “el agua es vida”, y aún cuando suene como un cliché común para obligarte a aumentar tu ingesta de agua, no deja de ser una de las certezas más reales. El agua es la fuente y el sostén de todo tipo de vida en nuestro planeta, hasta el punto de ser hasta un indicador de desarrollo en una región. No sólo es imprescindible para prácticamente todos los procesos industriales y agrícolas que hacen posible la vida como la conocemos, sino que es fundamental a nivel individual. Si quieres conocer cuál es la importancia del agua en nuestras vidas y todo lo que debes hacer para preservarla mejor, debes seguir leyendo.

La importancia del agua

En promedio, los seres vivos contienen un 70% de agua en su composición. Hay quienes tiene más que otros, por ejemplo los vegetales suelen tener más de este líquido que los animales, pero esto nos sirve para afirmar que es un recurso insustituible para todos los seres vivos; no sólo porque debemos consumirla para mantener la salud, sino por su intervención en todos los aspectos que contribuyen a sostenernos en el planeta. Es por esta razón que es un componente para establecer el índice de desarrollo de un país o sociedad.

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La importancia del agua para los individuos

Los seres humanos también estamos hechos de agua. El porcentaje en nuestra composición oscila durante toda la vida. Al nacer somos 80% agua, En la adultez llegamos al 60%. Pero no sólo estamos hechos de agua, sino que esta cumple funciones importantes como contribuir a la eliminación de sustancias y toxinas a través de los riñones, ayuda a regular la temperatura corporal, transporta oxígeno y nutrientes a todo el cuerpo a través de la sangre, es parte fundamental de la digestión, alivia la fatiga, reduce la incidencia de problemas cardíacos y dolores de cabeza.

No sólo esto, sino que la utilizamos en actividades cotidianas como la higiene personal y del entorno, preparación de alimentos, entre otras.

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Una forma sencilla de saber cómo interviene el agua en el mantenimiento de nuestra salud es ver los graves efectos de la deshidratación: dolores de cabeza, fatiga, nerviosismo, mareos, problemas de piel, descenso de la presión arterial, dolores y contracturas musculares y hasta convulsiones. En casos extremos, la muerte.

De aquí la importancia de consumir agua a lo largo del día, para reponer los líquidos que se pierden diariamente por la sudoración y respiración.

La importancia del agua para la sociedad

El acceso al agua potable es uno de los indicadores económicos sociales por excelencia, pues esto puede determinar en gran medida el estado de salud de un grupo social, además de indicar los niveles de productividad y bienestar.

Como si fuera poco, es un elemento imprescindible para el desarrollo sostenible de comunidades, pues interviene en la conservación de los ecosistemas y en diferentes formas de economía, incluyendo la seguridad alimentaria.

Nuestra sociedad requiere agua para poder mantener y crear el crecimiento económico, pues gracias a su disponibilidad podemos realizar actividades como la pesca, producción de bienes, transporte, industria y hasta turismo.

En la agricultura, el agua es insustituible. Es la industria que más utiliza agua a nivel mundial y esto no sólo para la producción de alimento para las personas sino para los animales que se destinarán para el consumo humano. 

En cuanto a la industria y generación de energía, se usa un 20% de la demanda de agua global para este sector, aunque aquí el desafío radica en el uso de este recurso sin generar contaminación. En los ecosistemas y regulación climática, el proceso continuo del ciclo hidrológico permite tener más o menos la misma cantidad de agua a nuestra disposición aunque este aspecto es cada vez más vulnerable por el cambio climático.

Cómo preservar mejor el agua

Para nosotros, el agua potable es un recurso que está más o menos seguro, pero en otras regiones del mundo más de 800 millones de personas no tienen acceso al agua para los más básico. El agua contaminada causa enfermedades y es responsable de más de medio millón de muertes por afecciones como diarrea, cólera, disentería, fiebre tifoidea, entre otras. Ante la escasez es fundamental la toma de medidas individuales y colectivas para garantizar su preservación y mantenimiento. Si bien no podemos gestionar el problema del agua a nivel macro, hay algunas medidas que podemos practicar en casa para preservar el agua:

– Emplea tinacos y cisternas adecuadas para el almacenamiento del agua. No sólo garantizan que consumas agua potable en casa, sino que la mantienen limpia y lista para su uso por más tiempo. Así evitarás desperdiciarla y no pondrás en riesgo tu salud ni la de tu familia.

– Utiliza electrodomésticos como lavadoras o lavavajillas en programas ecológicos y cortos, de ser posible a carga completa. Cuando adquieras uno nuevo, procura que tenga la etiqueta de consumo eficiente.

– Evita el uso excesivo de detergentes y químicos fuertes a la hora de limpiar. Prefiere alternativas ecológicas, biodegradables, que no alteren los ecosistemas.

– Cambia algunos hábitos en el consumo de agua: cierra los grifos cuando no estés usando el agua, prefiere la ducha a los baños largos, no uses el inodoro como basurero, cultiva plantas locales o que requieran poco riego y no olvides hacer mantenimiento regular a las instalaciones de plomería.

Son pequeños cambios que harán la diferencia. Recuerda: el acceso al agua potable es un privilegio que debe mantenerse y extenderse, pues es un componente que determina la calidad de vida. Cualquier esfuerzo para mantenerla es una inversión a largo plazo para tu bienestar y salud.