Cómo la captación y almacenamiento de agua de lluvia puede reducir tu huella hídrica
En nuestro país la creciente demanda de agua potable y la crisis hídrica exigen una mayor conciencia sobre el uso sostenible del agua, ya no hay tiempo que perder. México enfrenta una situación alarmante en cuanto al uso del agua. Según datos de la CONAGUA, el 77% de la población mexicana vive en áreas con alto estrés hídrico. Ante este panorama, la captación de agua de lluvia surge como una solución eficiente para reducir nuestra huella hídrica, un paso crucial para un futuro más sostenible.
Este proceso no solo alivia la carga sobre los sistemas de agua potable, sino que también ayuda a disminuir la huella hídrica de los hogares y empresas, fomentando prácticas más sostenibles y responsables.
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Cómo la captación hídrica reduce la huella hídrica
La huella hídrica es el indicador que mide el volumen total de agua utilizada por un individuo o entidad para sostener sus actividades cotidianas. Si bien es una medida un poco difícil de calcular, funciona muy bien para ilustrar nuestros hábitos y hacernos mucho más conscientes de cómo usamos el agua. La reducción de la huella hídrica es el objetivo que nos permitirá mejorar los hábitos de consumo de este recurso, previniendo el desperdicio.
Desde esta perspectiva, la captación pluvial es una estrategia perfecta para reducir la huella hídrica, porque la implementación de este sistema nos permitirá:
1. Reducir el uso de agua potable
El consumo de agua potable en México es muy elevado, principalmente debido a su uso para actividades que no necesariamente requieren agua pura, como el riego de jardines, la limpieza de superficies y el uso en sanitarios. La captación de agua de lluvia ofrece una alternativa viable, permitiendo usar esta agua para esas actividades y reducir significativamente la demanda de agua potable.
Por ejemplo, en una casa con un sistema de captación pluvial, se puede recolectar agua suficiente para regar plantas o lavar el coche sin necesidad de utilizar agua potable. Si más hogares adoptaran este enfoque, la demanda de agua podría reducirse considerablemente, disminuyendo así la presión sobre los recursos hídricos y las infraestructuras de tratamiento de agua.
2. Minimizar la demanda de recursos hídricos
Los sistemas de captación pluvial permiten disminuir la demanda de agua dulce extraída de fuentes naturales, como ríos y acuíferos. Según datos del World Resources Institute, en México, el 37% del agua dulce disponible proviene de acuíferos, muchos de los cuales se encuentran sobreexplotados. La captación de agua de lluvia es un método eficaz para aliviar esta carga sobre los cuerpos de agua, protegiendo así los ecosistemas locales y asegurando que el agua disponible pueda ser utilizada para fines esenciales, como el consumo humano y la agricultura.
Al captar agua de lluvia, las personas contribuyen a la preservación de los recursos hídricos de forma directa, además de la estabilidad de los ecosistemas que dependen de estos. Esto también ayuda a mantener el equilibrio entre el uso humano y las necesidades del medio ambiente.
3. Contribución a la conservación de energía
La captación de agua de lluvia es una forma simple y efectiva de utilizar un recurso local sin necesidad de procesos intensivos de extracción y tratamiento. El proceso de tratar, bombear y distribuir agua potable en México consume grandes cantidades de energía. En las ciudades, donde la infraestructura de tratamiento y distribución de agua es extensa, se requiere un uso considerable de electricidad y combustibles fósiles para garantizar que el agua llegue a todos los hogares y empresas.
Al recolectar y utilizar agua de lluvia, los consumidores pueden reducir su dependencia del agua potable tratada y, por ende, contribuyen a disminuir el consumo energético y con ello, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con el suministro de agua.
4. Disminución de la escorrentía y la erosión del suelo
Uno de los problemas asociados con las lluvias en áreas urbanas es la escorrentía, es decir, el agua que corre por superficies impermeables, como calles y aceras, llevando consigo sedimentos, basura y contaminantes que terminan en los cuerpos de agua cercanos. Al capturar agua de lluvia antes de que se convierta en escorrentía, se puede reducir este impacto negativo, protegiendo tanto el suelo como los ríos y lagos.
Por otra parte, la erosión del suelo causada por la escorrentía puede provocar la pérdida de capas fértiles, lo que afecta tanto a las áreas urbanas como rurales. La captación pluvial no solo ayuda a evitar estos efectos, sino que también asegura que el agua recolectada pueda utilizarse de manera productiva en actividades cotidianas y en el campo.
5. Fomento de la autosuficiencia hídrica
Contar con un sistema de captación de agua de lluvia proporciona una fuente independiente de agua, lo que resulta especialmente valioso en zonas con acceso limitado o irregular al suministro hídrico. En regiones donde los cortes de agua son frecuentes o sencillamente no llega la red de agua municipal, la captación pluvial puede garantizar que las familias dispongan de agua suficiente para cubrir sus necesidades básicas sin depender de infraestructuras públicas, que pueden estar colapsadas con la demanda en tiempos de escasez
6. Reducción de costos de servicios públicos
La captación de agua de lluvia también puede representar un ahorro económico significativo. Al utilizar el agua captada para tareas como el riego, la limpieza o el uso en sanitarios, los hogares pueden reducir el consumo de agua potable suministrada por las redes públicas, lo que se traduce en una disminución de las facturas de agua.
7. Apoyo a la sostenibilidad urbana
En las ciudades, la captación de agua de lluvia también puede jugar un papel importante en la mitigación de los efectos de las inundaciones. Al recolectar y almacenar el agua que de otra manera correría por las calles, los sistemas de captación pluvial ayudan a disminuir la cantidad de agua que ingresa en los sistemas de alcantarillado, reduciendo así la probabilidad de que estos se saturen durante las tormentas.
Desde esta perspectiva, no solo se contribuye a la sostenibilidad hídrica, sino que también ayuda a mejorar la resiliencia urbana ante eventos climáticos extremos, como tormentas o inundaciones. Con un mayor número de viviendas y edificios equipados con sistemas de captación, las ciudades podrían hacer frente de manera más efectiva a los desafíos asociados con el cambio climático.
8. Promoción de hábitos de consumo responsable
La implementación de un sistema de captación de agua de lluvia fomenta una mayor conciencia y responsabilidad en el uso del agua. Al adoptar prácticas más sostenibles, los usuarios comienzan a tomar decisiones más conscientes sobre el consumo de recursos, promoviendo hábitos que benefician tanto al medio ambiente como a las comunidades. Esto se puede extender a otros ámbitos, llevándonos a un estilo de vida más sostenible y respetuoso con los recursos naturales.
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