¿Cómo la tecnología puede evitar el desperdicio de agua en el campo?

La industria que en la actualidad consume más agua es la agricultura. Según cifras del Banco Mundial, al menos el 70% del agua que se utiliza a nivel mundial, se emplea en la agricultura de regadío. Evitar este tipo de cultivos no es posible, pues literalmente de esto depende la seguridad alimentaria de toda la humanidad, así que es hora de cobrar conciencia como productores y empezar a aprovechar las ventajas que la tecnología nos ofrece para evitar el desperdicio de agua en el campo.

El problema del desperdicio hídrico en el campo

Podríamos afirmar que existen dos tipos de sistemas de cultivo: por riego y de secano. Desde tiempos inmemoriales la humanidad ha desarrollado métodos de riego cada vez más eficientes: desde canales y sistemas de almacenamiento artificial, hasta los sistemas más modernos para el transporte del agua a través de acueductos. La superioridad del rendimiento de estos cultivos es innegable, y así se mantuvo hasta la década de los 60s, cuando se empieza a reconocer la escasez del agua. En ese momento había la mitad de las personas que hay hoy en día, se requería apenas 1/3 del volumen de agua que se requiere actualmente.

El crecimiento demográfico actual, la urbanización y las necesidades de alimentación no ha puesto en una reñida competencia por los recursos hídricos. Como se proyecta en la actualidad, se considera que para el año 2050 la población mundial supere los 10.000 millones de personas, que requerirán alimento y vestido. Para poder cubrir ese déficit, se debe aumentar la producción agrícola en un 70%.

Por esta razón resulta absurdo que haya quienes planteen que la solución es volver a la agricultura de secano, que depende de la temporada de lluvia de cada región. Esto resulta bastante difícil, no sólo porque el calentamiento global ha hecho estragos con los patrones de lluvias, sino porque los cultivos de regadío son literalmente el doble de productivos que otros; siendo responsables del 40% de la producción de alimentos en todo el mundo con apenas el 20% de la superficie cultivada.

No necesitamos dejar de regar los campos, sino que debemos hacerlo de forma eficiente.

sistema de riego en un huerto

Riego y tecnología: la verdadera solución

Los sistemas de riego inteligente logran combinar tecnología y agricultura, permitiendo el uso eficiente de agua. Esto permite optimizar la producción del cultivo sin necesidad de desperdiciar recursos, pues se administra sólo la cantidad necesaria de agua en el momento y lugar adecuado. La tecnología abona con el uso de dispositivos que se encargan de recopilar datos de condiciones ambientales y del suelo, temperatura y luz, además de humedad y otros factores que permiten determinar con precisión el tipo y cantidad de riego necesario para la planta.

Esto parece abrumador para todas las personas que no poseemos un mayor conocimiento sobre la tecnología, por lo que vale la pena contar con aliados como rieggo, que pueden encargarse de todo lo que puedes necesitar para elevar el rendimiento de tu cultivo sin desperdiciar agua. Las opciones son amplias, pero luego de un estudio de la realidad y necesidades particulares de nuestro país, rieggo ofrece soluciones como:

– Irrigación por goteo y microaspersión:

Se instalan dispositivos capaces de de soltar agua gota a gota directamente en la tierra o bajo esta, para que las raíces reciban de forma directa el agua. El de aspersión es similar, solo que el agua sale en forma de aspersor en vez de gotas, es decir que el riego se aplica por pequeñas gotas que viajan por el aire. Esto, combinado con otras tecnologías que permiten calcular con precisión el momento y cantidad de riego, maximizarán el rendimiento de tus cultivos sin desperdiciar agua.

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– Monitoreo satelital y teledetección

Este sistema de riego combina sensores con dispositivos que controlan el riego. Estos sensores comunican de forma remota los parámetros de humedad, temperatura, radiación solar y otros aspectos que ayudan a calcular la frecuencia y cantidad de riego necesaria para el cultivo. No hace falta hacer mediciones in situ, todo se controla a distancia. Invertir en este tipo de tecnología ofrece informes en vivo y en cualquier momento, sin importar dónde estés.

– Sensores de humedad del suelo

Los sensores de humedad de suelo son una tecnología increíble porque serán capaces de informar con precisión qué tanta agua requiere el campo para mantener los niveles óptimos para el desarrollo de las plantas. Evitarás el exceso o la falta de riego, porque siempre tendrás la humedad perfecta para que tus cultivos desarrollen los mejores frutos.

– Modelos de predicción climática

Al ser capaces de entender los cambiantes periodos de lluvia y sequías, podrás optimizar el riego de los cultivos. Lograrás prepararte para las épocas más secas, ya sea con el almacenaje de agua y/o con sistemas alternativos de recolección pluvial.

– Reciclaje y reutilización de agua

Una alternativa maravillosa para el riego de cultivos es el reciclaje, tratamiento y reutilización de aguas residuales urbanas. Esto permite la promoción de la economía circular, pues no sólo se aprovecha el agua después del tratamiento sino que se recuperarán los nutrientes del agua tratada y pueden usarse como fertilizantes, lo que puede reducir la necesidad del uso de fertilizantes minerales.

Regar de forma tradicional ya no es una opción, sobre todo cuando se trata de crear industrias agrícolas capaces de resistir los embates climatológicos. Para una agroindustria longeva y eficiente, es necesario comenzar a invertir en sistemas de riego más ecológicos, eficaces e inteligentes. Lleva tu inversión un paso al futuro de la mano de rieggo, tu aliado en el campo.