¿Cómo enfrentar la sequía en el campo?
¿Sabías que más del 65% del territorio mexicano presenta algún grado de sequía? Este fenómeno natural puede afectar gravemente el campo de múltiples maneras, desde la reducción de cosechas y la pérdida de ganado, hasta la escasez de alimentos que podría perjudicar a toda la población. Estos son algunos consejos para saber cómo enfrentar la sequía.
Sequía en aumento: un fenómeno inevitable
México es un país vulnerable a sequías, con 52% de su territorio ubicado en clima árido o semiárido y, si bien, son fenómenos recurrentes, durante la última década éstas han ido en aumento en frecuencia, intensidad y duración, de acuerdo con un reporte del IMCO.
Debido al cambio climático, la sequía seguirá en aumento en el futuro cercano, ya que el aumento de las temperaturas globales provoca cambios en los patrones de precipitación, lo que se traduce en una disminución de las lluvias en algunas regiones y un aumento en la frecuencia e intensidad de las sequías.
La sobreexplotación de acuíferos y la extracción excesiva de agua de ríos y lagos también contribuyen a la sequía. Cuando se extrae más agua de la que se recarga de forma natural, se agotan las reservas de agua subterránea y se reduce el caudal de los ríos, lo que agrava la sequía.
En México, la agricultura de riego es relevante, pero es la agricultura de temporal, es decir, la que depende de las lluvias, es la que realmente determina los niveles de producción.
Cuando las lluvias son generosas, la producción agrícola se dispara, en cambio, en años de sequía, el impacto es devastador en la producción agrícola.
De acuerdo con el Reporte sobre las economías regionales de Banxico, en 2024 hasta 80.3% de la producción agrícola nacional podría haber estado expuesta a condiciones de sequía, en su nivel máximo, muy por encima del promedio del 2020.
Los cultivos más afectados por la sequía fueron el maíz grano, el aguacate, la caña de azúcar, el jitomate y el agave.
Crisis hídrica en el país: la importancia de cuidar los recursos
Aunado a la sequía, la alarmante crisis hídrica está provocando una mayor escasez de agua, contaminación de la misma, impacto del cambio climático, desigualdad en la distribución del líquido e ineficiencia en el uso del agua, de acuerdo con especialistas del Instituto de Ingeniería de la UNAM.
A consecuencia de la prolongada sequía que se extendió hasta mediados de 2024 y que todavía persiste en algunas regiones del norte del país, numerosas presas y embalses alcanzaron mínimos históricos en sus niveles de almacenamiento, advierten los especialistas de la UNAM.
Además, se estima que 76% del agua dulce que se consume en el país se utiliza para la agricultura y riego de cultivos, de acuerdo con un reporte del INEGI.
Es por ello que tomar acción para saber cómo enfrentar la sequía es tan importante para cuidar los recursos y aminorar el impacto ante la posible falta de agua en el sector agropecuario.
También te puede interesar: Innovaciones en Captación de Agua Pluvial: Tecnología moderna para recolectar y aprovechar el agua de lluvia

Una solución eficiente para enfrentar la sequía: 5 beneficios de tener un tanque de almacenamiento
La falta de infraestructura adecuada para el almacenamiento y la distribución de agua dificulta la gestión eficiente de este recurso y aumenta la vulnerabilidad a la sequía.
Para mejorar la situación, Rotoplas ofrece tanques de almacenamiento ideales para el almacenamiento de grandes volúmenes de agua en el campo, lo que permite tener un suministro seguro que perdure con el tiempo.
Al estar fabricados con polietileno de alta densidad de grado alimenticio y una capa antibacterial certificada, estos tanques no solo inhiben la reproducción de bacterias, sino que también ofrecen una vida útil de más de 50 años. Su robustez y durabilidad los convierten en una inversión inteligente a largo plazo.
Tener un tanque de almacenamiento industrial ofrece varios beneficios para las personas que trabajan en el campo y necesitan herramienta para saber cómo enfrentar la sequía, por ejemplo:
- Tener disponibilidad de agua en momentos críticos: La principal ventaja es tener una reserva de agua disponible cuando las fuentes naturales se agotan. Esto permite a los agricultores mantener sus cultivos y animales con vida, lo que evita pérdidas catastróficas.
- Oportunidad de implementar sistemas de riego eficientes: Tener un tanque de almacenamiento permite programar riegos en los momentos más oportunos para los cultivos. Además, se pueden implementar sistemas de riego más eficientes, como el riego por goteo, que reducen el desperdicio de agua.
- Menor dependencia de las lluvias: Al tener una fuente alterna de agua, los agricultores no dependen exclusivamente de las lluvias, lo que reduce su vulnerabilidad ante sequías prolongadas o irregulares. Además, se puede implementar un sistema de captación pluvial Rotoplas para ahorrar y aprovechar al máximo cada gota disponible.
También te puede interesar: Uso del agua en la agroindustria: ¿Por qué es fundamental?
- Diversificación de actividades: En zonas rurales, el agua almacenada puede utilizarse para otras actividades productivas, como la acuicultura o la horticultura, diversificando las fuentes de ingreso y reduciendo la dependencia de un solo cultivo.
- Mayor rentabilidad de la actividad agrícola: al asegurar el suministro de agua para sus cultivos y ganado, las personas que trabajan en el campo pueden aumentar su producción y sus ingresos, lo que mejora la rentabilidad de su actividad agrícola y evitar pérdidas económicas por sequías.
Contribución a la seguridad alimentaria y el desarrollo rural
El acceso a agua segura y confiable es un factor fundamental para el desarrollo sostenible de las zonas rurales.
Al permitir a los agricultores mantener su producción incluso durante períodos de sequía, los tanques de almacenamiento contribuyen a la seguridad alimentaria de las comunidades rurales y a su desarrollo económico y social.
Es importante recordar que la implementación de un tanque de almacenamiento debe ser parte de una estrategia integral de gestión de recursos hídricos que incluya la adopción de prácticas agrícolas sostenibles, la inversión en infraestructura adecuada y la promoción de una cultura del agua responsable.