Beneficios de tomar té para la salud
El té es una de las bebidas más consumidas alrededor del mundo desde hace siglos, debido a que existen muchos beneficios de tomar té, hasta el punto en que se ha convertido en la piedra angular de la cultura de varias naciones.
Ha sido protagonista de guerras y conflictos, como el Motín del Té que fue el precursor de la Revolución Norteamericana en el siglo XVIII. Es tan antiguo que han surgido muchas leyendas y mitos en cuanto a su origen, que si bien es indudablemente asiático, se ha diluido en el tiempo. Sobre lo que no queda ninguna duda es sobre los múltiples beneficios de tomar té para la salud.
Lo básico: Variedades de té
El té es toda bebida que se procesa a partir de las hojas y brotes de una planta llamada camelia sinensis. Si bien se conocen de forma popular como té a otras bebidas hechas con hierbas y flores como el mate manzanilla, menta, Roiboos, entre otras, el nombre correcto de estas bebidas es tisana o infusiones herbales.
Aún cuando provengan de la misma planta, existen distintas variedades de té y dependerá del momento en que se ha cosechado la hoja, su grado de oxidación y hasta método de conservación. Las variedades más tradicionales son:
Té blanco: Son las hojas más jóvenes, los brotes más nuevos de la planta que aún no se han oxidado y que se cosechan para secarse y empacarse. Reciben este nombre porque la parte inferior de las hojas jóvenes adquieren una vellosidad de tono plateado casi blanco al secarse.
Tiene un sabor muy suave y delicado, con un aroma más fresco. Al ser una hoja tan joven , no desarrolla tantos taninos por lo que carece del retrogusto astringente que a veces puede tener el té negro.
Té verde: se procesa a partir de las hojas frescas de la planta, sin pasar por ningún proceso de oxidación. Las hojas se cosechan, se secan y procesan.
Tiene un sabor más fresco, te permite obtener una bebida más cristalina de color verde, que resulta más refrescante y suave.
Té Oolong: Conocido como té azul, se caracteriza por estar parcialmente oxidado. Si hablamos de nivel de oxidación, el Oolong está a medio camino entre el té verde y el té negro.
Es un té complejo, que puede variar su sabor precisamente por su nivel de oxidación, pero también por la forma en que se procesa. Tiene muchas variedades y su sabor oscila entre afrutado a dulce y con aroma.
Té negro: en China se le denomina té rojo. En la variedad más popular de té, se oxidan por completo las hojas para procesarlo. Tiene un sabor más fuerte, con más cuerpo y carácter; asimismo posee más cantidad de cafeína y tiene un periodo de conservación mayor que otras variedades.
Existen otras variedades menos populares, como el té amarillo, el Pu-erh (que se fermenta en distintos grados), kukicha (variedad japonesa de té verde), lapsang souchong (té negro ahumado), matcha (té verde molido), turco y Darjeeling.
Beneficios del té para la salud
– Es un antioxidante natural
El té, sin importar su variedad, tiene polifenoles que son un tipo de antioxidantes. Estas sustancias se encargan de remover los radicales libres que causan el envejecimiento y deterioro celular del cuerpo.
Los radicales libres son unas moléculas muy inestables que resultan del proceso metabólico normal, pero que al acumularse influyen de forma negativa en las células. Los radicales libres son los responsables del cáncer, problemas cardíacos y el envejecimiento; así que en cierta medida podríamos afirmar que el té puede mantenerte joven.
– Mejora la salud cardíaca
Otro grupo de antioxidantes presentes en el té, conocidos como flavonoides, reducen el riesgo a sufrir enfermedades cardíacas, pues permite controlar los factores de riesgo como presión alta, triglicéridos elevados y colesterol.
– Previene enfermedades degenerativas
El té Oolong contiene l-theanina, un aminoácido que es capaz de mejorar la atención y el nivel de alerta, además de prevenir enfermedades cognitivas degenerativas como el Parkinson y el Alzheimer. Además es alto en polifenoles, por lo que reduce la inflamación.
– Mejora los niveles de hidratación
Consumir té de forma regular sin endulzantes puede ser una forma de aumentar la ingesta de líquidos durante el día. Mejorarás la hidratación, mientras disfrutas de una bebida refrescante y sana.
– Previene el cáncer
Los polifenoles presentes en el té evitan la inflamación crónica y la reproducción anormal de las células. Por esto se considera que puede reducir el riesgo de padecer esta enfermedad. Hay estudios que demuestran que el té verde puede tener un impacto real en la prevención del cáncer de hígado, próstata y colonrectal.
– Ayuda a controlar los problemas relacionados al exceso de peso
Los riesgos de contraer diabetes tipo 2, colesterol elevado y niveles de peso pueden verse reducidos con el consumo de té. Algunos de los antioxidantes presentes en el té, como la catequinas, reducen el colesterol y los niveles de glucosa en sangre.
– Mejora la flora intestinal
La bacteria que reside de forma permanente en el tracto digestivo es la responsable de la absorción de alimentos, además de potenciar el sistema inmune. El té, rico el polifenoles, promueve el desarrollo de las bacterias benéficas mientras inhibe el crecimiento de las nocivas, mientras contribuye a la reparación de las paredes del tracto digestivo.
Cómo preparar una buena taza de té
De nada sirve conocer los beneficios de tomar té si no estás listo para hacer un té de forma correcta, que no sólo te permita aprovechar las propiedades para la salud, sino que tenga un sabor delicioso. Lo primero a tener en cuenta es la calidad del agua que usas para hacer el té.
Evita usar agua clorada, embotellada o mineral, porque no tienen los niveles de oxígeno adecuados y la bebida tendrá un sabor extraño. Idealmente, usa agua pura extraída de un purificador de agua que se encargará de eliminar partículas de cloro y residuos que puedan afectar el sabor del té. Contar con un purificador de agua, evitará que tu agua tenga sabor u olor, que muchas veces se puede percibir en el agua embotellada.
Hierve el agua en una olla, tetera, hervidor eléctrico pero nunca en el microondas, pues no alcanzará la temperatura adecuada y el té tendrá mal sabor. Permite que el agua hierva, que tenga burbujas grandes en su superficie. Apaga. El té negro y el oolong deben hacerse con el agua hirviendo, entre 90 a 100°C. El té verde debe hacerse con agua a 60 – 80°C, si le pones agua hirviendo tendrá un sabor amargo. El té blanco debe hacerse a 75°C.
El te negro debe infusionarse por unos 3 a 5 minutos, el té verde unos 3 minutos, mientras que el blanco tendrá un tiempo de entre 5 a 8 minutos. Luego del tiempo de infusión, puedes añadir limón, leche o azúcar a tu gusto. Disfrútalo.
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