Se sabe que para el cuidado de la piel, el agua es un ingrediente clave. Se dice que tomar cierta cantidad de agua todos los días ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo y por lo tanto, a tener una piel más saludable. Esto ya se ha comprobado por lo que beber agua de buena calidad es esencial, sin embargo, ahora nuevos estudios apuntan a que el cuidado de la piel también se ve afectado por el agua que utilizas para bañarte o lavarte la cara.

La mayoría de las personas lo primero que hacen al despertarse como parte de su rutina diaria es lavarse la cara. Tu cuerpo viene de estar en reposo y tu piel ha estado toda la noche deshaciéndose de impurezas y absorbiendo cualquier tratamiento que le pongas. Lo mismo sucede cuando te bañas, pues varios litros de agua recorren toda tu piel, arrastrando las células muertas y liberando los poros. La piel es el órgano más grande que tenemos y está de más decir que recubre todo el cuerpo, pero a veces pareciera que no le damos la importancia necesaria. Así que imagina, ¿qué pasa cuando el agua que usas para estas actividades contiene residuos e impurezas que afectan a tu salud?

Lo más común es lavarse la cara con el agua que sale de la llave, lamentablemente se conoce que muchos hogares cuentan con un mal sistema de tuberías pues no se encuentran en las mejores condiciones y el agua que sale de ellas está cargada de minerales pesados y otros contaminantes, además, en el peor escenario el agua puede traer parásitos que pueden llegar a entrar en los ojos, nariz y boca, poniendo en riesgo también tu salud.

Por ello, lo primero que debes de hacer es investigar si el agua que llega a tu casa es dura o blanda. El agua dura tiene un pH mayor y está cargada de más minerales, mientras que la blanda tiene un menor pH y por lo tanto, contiene menos minerales.

Algunos de estos minerales no son muy buenos para el cuidado de la piel, por ejemplo, el calcio puede empeorar el acné e inflamar la piel. Por otro lado, algunos contaminantes que son arrastrados desde las tuberías pueden llegar a obstruir los poros, causando barros o piel rojiza, así como infecciones. Sumado a esto, en algunos hogares se utiliza cloro para eliminar las bacterias del agua, lo que en cantidades grandes puede ser muy perjudicial para la piel ya que puede causar quemaduras y despigmentación.

Si sientes que tu piel está opaca, sin brillo, constantemente te salen barros o espinillas y si cuando terminas de lavarte la cara la sientes demasiado seca o acartonada, es momento de revisar el agua que sale en tu lavabo.

¿Cómo puedes asegurarte que el agua que usas ayuda al cuidado de la piel?  

Lo primero que puedes hacer es asegurarte que las tuberías de tu casa están en buenas condiciones, esto se hace al revisar que no estén oxidadas, que no haya goteos o filtraciones que permitan que entren partículas del exterior y que cuando abres la llave el agua sea transparente y no contenga restos de tierra. Si encuentras alguno de estos puntos, lo mejor será que cambies la tubería por una de polietileno como Tuboplus de Rotoplas que además previene de diversas fugas de agua.

Por otro lado, se recomienda instalar un filtro estándar en tu tinaco. Este se encargará de retener los sedimentos y liberar el agua del 99% de las bacterias así como de virus y parásitos que se pueden quedar en tu piel.

También se recomienda lavar y desinfectar el tinaco o cisterna donde almacenes el agua que usas de preferencia cada seis meses, de esta manera evitarás contaminantes e impurezas.

Si tu piel es muy sensible o tienes problemas de acné o Dermatitis, debes de prestar mayor atención a tu cuidado de la piel. Instalar un filtro ayudará a que tu rutina de higiene y belleza sea la más adecuada para asegurar que tu piel está saludable y libre de impurezas.

Otro de los beneficios de contar con un filtro de agua para tinaco, es que si además instalas un purificador de agua en casa, podrás obtener mejor agua. Esto no solo hará que tengas una buena salud y que tu piel esté sana desde las capas más internas, si no que además ayudará a tu sistema digestivo a eliminar de mejor manera lo que no necesitas.

Para complementar el cuidado de este órgano tan importante, además de asegurar que el agua que utilizas en el cuidado de la piel está libre de impurezas, buscar productos que sean gentiles y que hidraten tu piel sin dañarla es esencial. Lavar tu cara dos veces al día, evitar tallarla con una toalla, utilizar exfoliantes para el cuerpo y productos que sellen los poros e hidraten la piel, son otras de las cosas que puedes llevar a cabo en tu rutina diaria.

Bañarte con agua limpia y libre de residuos además de ayudar al cuidado de la piel, también beneficiará otras partes de tu cuerpo, como por ejemplo el cabello. Un cuero cabelludo limpio lucirá con más brillo además de tener un aspecto saludable. Así que como te puedes dar cuenta, lavar tu tinaco, asegurarte que las tuberías hidráulicas están en buen estado y tener un filtro y purificador de agua, son medidas que llenarán a tu cuerpo de beneficios.