Temporada de sequía: ¿cómo guardar agua en tanques?
El acopio de agua es imprescindible en la industria agrícola, sin importar la escala de la producción. Contar con los niveles de lluvia como forma primordial de riego es bastante incierto, sobre todo con la variación y déficit hídrico causado por el calentamiento global. Además, la temporada de sequía puede extenderse o resultar aún más cálida que de costumbre.
Guardar agua de forma adecuada para la temporada de sequía se convierte en una prioridad. ¿El sistema más eficiente? Los tanques verticales cerrados Rotoplas, sin lugar a dudas pues no sólo son una solución para una necesidad inmediata, sino que permanecerá durante décadas.
¿Por qué preferir los tanques de agua?
La temporada de sequía debe tomarse con mucha más seriedad que en el pasado, pues por las veleidades climáticas ocasionadas por el calentamiento global no hay muchas certezas en cuanto a su duración e intensidad. Además, el déficit de agua de calidad es un problema a nivel mundial. A veces el sistema municipal de acueductos no se da abasto para atender la demanda, o sencillamente es complicado el acceso porque estás ubicado en un lugar rural o alejado de la red de acueductos. Sea cual sea la situación, se hace imprescindible con un método de almacenamiento hídrico que sea confiable y eficiente.
Existen diversos métodos de almacenamiento de agua, unos más efectivos que otros. Los depósitos de agua se cavan en el suelo y se usa algún material aislante (o no, dependiendo de la técnica) para poder almacenar agua. Si bien resultan más o menos económicos, requieren mucho espacio y el agua almacenada no resulta de la mejor calidad pues está expuesta a muchos contaminantes.
Los tanques de agua son una solución eficiente, en la medida en que resultan compactos, pueden ser instalados en interiores y exteriores; además que puedes adquirirlos en el tamaño que te convenga. Son ligeros, fáciles de instalar y transportar además de tener una larga vida útil. Si adquieres tanques de buena calidad, entonces podrás reutilizarlos durante varias décadas. Son la mejor inversión en tiempos inciertos donde los ciclos naturales se han visto tan alterados.
Los tanques de agua Rotoplas, por ejemplo, están fabricados en polietileno de alta densidad 100% virgen, de grado alimenticio. Si bien se utilizan para almacenar agua, pueden usarse para químicos y hasta alimentos pues no alteran el sabor ni olor de los mismos. Por su versatilidad, durabilidad y resistencia son el estándar de calidad dentro del mercado.
¿Cómo guardar agua en tanques de almacenamiento?
El primer paso para guardar agua en tanques es determinar las necesidades que debes cubrir y por cuánto tiempo podrás cubrirlas con esa cantidad de agua. Digamos que si tu gasto diario de agua regando un pequeño cultivo por medio de un sistema de goteo (que es uno de los más eficientes y que permite ahorrar montones de agua) es de 100 litros al día, entonces si adquieres un tanque de 2500 litros podrás abastecer tu cultivo por 25 días.
Estas necesidades son muy particulares, así que es importante que hagas tus propios cálculos, sin dejar por fuera otros gastos. Puedes pensar incluso en adquirir varios tanques que distribuirás en el terreno, de este modo será más sencillo atender cada zona. Rotoplas pone a tu disposición tanques de 450 a 2500 litros.
Una vez hecho el cálculo necesario, que sepas el volumen que requieres, has de decidir dónde irán instalados los tanques. Un tanque de agua puede ser ubicado en el exterior o en el interior, y según su emplazamiento decidirás qué tipo de tanque adquirir.
Si decides hacer la instalación en el exterior, los tanques deben ser preferiblemente de color negro y contar con protección contra los rayos UV. Esto evitará el crecimiento de algas y otros microorganismo en el interior del tanque, además alargará su vida útil pues no se resquebrajarán por acción de los rayos solares directos. Los tanques Rotoplas incluyen estas características básicas en todos sus modelos y tamaños.
Los tanques verticales deben ser apoyados en una superficie plana, capaz de soportar el peso del tanque completamente lleno. Asimismo, se recomienda que la base tenga un borde de al menos 60 centímetros que permita que se pueda acceder al tanque sin mayor incomodidad.
Debes evitar apoyar el tanque en vigas o en el terreno natural, pues las irregularidades en el terreno deformarán el tanque y causarán su funcionamiento inadecuado, incluso podría llegar a romperlo o agrietarlo.
Una vez ha sido instalado el tanque en la base adecuada, se puede proceder al llenado con agua. Luego de que ha alcanzado el nivel máximo, es necesario ajustar la tapa para evitar la entrada de partículas como tierra o sedimentos, además de bacterias que afectarían la calidad del agua. Esto permitirá que el agua se conserve en perfecto estado por mucho más tiempo, incluso superar la barrera de los 6 meses que es lo recomendado.
Aún cuando los tanques Rotoplas cuenten con un recubrimiento que retrasa el crecimiento bacteriano, es importante hacer limpieza y mantenimiento al tanque al menos una vez al año, mejor si se hace cada 6 meses. De este modo se evita la proliferación de bacterias y agentes patógenos que pueden afectar a las personas y a tus cultivos. Vaciar, limpiar y volver a llenar es un proceso sencillo que aumentará el periodo de vida útil de tu tanque de agua y conservará la pureza y calidad del agua almacenada.