¿Por qué es importante bañarse?
En nuestra cultura, tomar un baño es una costumbre que seguimos casi sin darnos cuenta, en automático, que no se cuestiona ni se debate. Bañarse es un acto en apariencia simple pero que en realidad es multidimensionl, al ser una expresión de las costumbres de cada zona, las preferencias personales pero también tiene consecuencias para la salud física y mental, además de connotaciones estéticas y sociales. Ducharse es todo un placer y es por ello que vamos a compartirles las razones por las que es importante bañarse y qué puedes hacer para mejorar la experiencia.
¿Por qué debes bañarte?
Por higiene
Ante todo, bañarse es un acto de higiene personal. Es imprescindible para cuidar la salud de la piel, que es el órgano más extenso de todo el cuerpo humano. Cuando tomas una ducha, no sólo estás eliminando la suciedad que puedes percibir sino que además se retira la transpiración y la grasa natural que exuda la piel y que, al acumularse, puede tapar los poros y causar comedones y acné. El baño también elimina las células muertas de la piel y el exceso de bacterias que pueden crecer de forma indiscriminada sobre la superficie cutánea.
Por salud mental
Una ducha puede hacer maravillas por tu salud mental y por el estado de ánimo. Hay una conexión atávica entre el agua y nuestra psique, que activa ciertas regiones del cerebro y crea cambios en el físico. De hecho, se sabe que un remedio para aliviar la ansiedad es tomar una ducha helada, pues la temperatura rompe el ciclo del pensamiento negativo en espiral y te obliga a estar presente en el aquí y ahora. Una ducha tibia, en cambio, puede ser beneficiosa para quienes sufren de depresión, pues la temperatura relaja los músculos y te ayuda a eliminar el estrés. Además, es una forma de cuidar de ti mismo y contribuir a la autoestima.
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Por salud física
Un baño con agua tibia reduce la inflamación del cuerpo, aumenta los niveles de óxido nítrico en sangre y, como si fuera poco, reduce la presión arterial. Un baño frecuente elimina las colonias de bacterias que se han desarrollado de forma excesiva, además de virus y otros patógenos a los que puedas exponerte. Bañarse es una forma de cuidar también el cabello y hasta de reconocer lo que ocurre en la piel y el cuerpo. Bañarse previene enfermedades e infecciones.
Para mejorar la convivencia social
Si una persona evita el baño por mucho tiempo, una de las consecuencias más notables será que comenzará a oler de forma desagradable, sobre todo si se suda. Los pies, axilas, cuello, ombligo y otros son las partes del cuerpo que tienden a oler mal si no se asean, así que hay que prestar especial atención e incluso complementar la rutina de aseo con algunos productos como desodorantes o talco que prevengan el olor y maximicen tu rutina de aseo. El baño es algo aceptado socialmente, por lo que el no hacerlo, puede tener repercusiones en el ámbito social.
¿Cada cuanto debes bañarte?
Esta es una pregunta que suele ser más o menos controversial, porque hay quienes abogan por la ducha diaria, mientras que otros consideran que esto es perjudicial para la salud de la piel. La verdad es que no existe una frecuencia de baño universal, todo depende del estilo de vida y costumbres de cada individuo. Lo que si se debe tener en cuenta es que no deberíamos pasar más de 3 días sin tomar un baño pues se podrían tener consecuencias en la salud dérmica.
Las condiciones medioambientales son un aspecto a tener en cuenta para determinar la frecuencia del baño. En invierno, cuando el clima en ciertas regiones se hace más helado y seco, hay quienes se ven tentados a espaciar más sus duchas pero lo ideal sería tomarlas con frecuencia, pero hacerlas más cortas. Por el contrario, en verano hay quienes se bañan muchas veces al día y esto podría perjudicar el equilibrio químico de la piel. En este caso lo mejor es usar jabones más suaves o usarlos sólo en las zonas claves.
Es posible tomar baños a diario, siempre y cuando se usen productos adecuados, que sean suaves y poco abrasivos para no alterar el equilibrio lipídico de la piel o irritarla. De hecho, hay quienes deben ducharse dos veces al día por su estilo de vida, ya sea porque entrenan, nadan o hacen ejercicio o porque tienen un trabajo que les expone a posibles sustancias tóxicas (carniceros, conserjes, exterminadores, jardineros, entre otros) y esto es posible si se hace con los cuidados necesarios para proteger la piel.
Tips para que tus duchas sean mejores
– Evita desperdiciar agua. Cierra el grifo cada que no estés usando el agua de manera directa y coloca una cubeta junto a ti para que el excedente lo puedas utilizar en otras labores.
– La temperatura importa. Puedes optar por calentadores a gas o si quieres una solución ecológica, rápida y amable con tu presupuesto, una regadera eléctrica, que calentará de forma instantánea el agua para ofrecerte una ducha relajante y deliciosa, a la temperatura deseada.
– En invierno, dúchate con agua tibia por poco tiempo (entre 5 a 6 minutos) y cierra la puerta para que se acumule el vapor para aumentar la humedad ambiental.
– Si te duchas a diario, usa jabón neutro con un pH balanceado, que mantenga el equilibrio lipídico de tu piel.
– Puedes colgar un ramito de eucalipto, manzanilla y otras hierbas secas en tu ducha. Con el vapor del agua, liberarán su aroma. Esto es relajante, además puede ayudarte a mejorar tu estado de ánimo.
– Para aliviar la ansiedad puedes tomar duchas con agua fría. No hace falta enjabonarse, sólo necesitas sentir el agua helada en tu cuerpo.
– Usa una esponja o loofah para aplicar el jabón. No sólo es placentero, sino que ayudas a eliminar las células muertas de la piel.
– La música es tu aliada. Ya sea que quieras activarte antes de salir a trabajar o relajarte después de una larga jornada, acompaña tu baño con tus canciones preferidas.