Desabasto de agua: crisis inminente en las zonas urbanas de México
En las últimas décadas, México ha enfrentado un creciente desafío en materia de suministro de agua, especialmente en zonas urbanas. Esta crisis, lejos de ser una mera especulación, está respaldada por datos duros provenientes de fuentes confiables que nos alertan sobre la inminencia de una situación crítica.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), más del 70% de la población mexicana reside en áreas urbanas. Esta concentración demográfica exacerba la presión sobre los recursos hídricos disponibles, y los pronósticos no son alentadores. Se estima que para el año 2030, la demanda de agua en México superará en un 40% a la oferta disponible si no se toman medidas urgentes y efectivas.
La CONEVAL reporta que actualmente entre 12 y 15 millones de personas no tienen acceso regular al agua potable en sus hogares, y esta cifra tiende a aumentar. Además, el desabasto de agua no solo afecta la disponibilidad para el consumo humano, sino que también impacta negativamente en sectores cruciales como la agricultura y la industria.
La sobreexplotación de acuíferos es otra preocupación grave. De acuerdo con datos de la CONAGUA y el periódico El Economista, aproximadamente el 70% de los acuíferos en México se encuentran sobreexplotados. Esta explotación desmedida no solo reduce la disponibilidad de agua subterránea, sino que también contribuye a la intrusión de agua salada en los acuíferos costeros, comprometiendo aún más la calidad del agua dulce disponible.
La realidad es que el cambio climático agrava aún más esta crisis. Las sequías prolongadas y los patrones climáticos impredecibles reducen la cantidad de agua disponible, mientras que el aumento de las temperaturas aumenta la evaporación y la demanda de agua.
Desabasto de agua: 50% del suministro de agua en CDMX se ha reducido
El jefe de gobierno Martí Batres ha asegurado que el suministro de agua en la CDMX está garantizado en el futuro, pues proviene de diversas fuentes. Sin embargo, todos los que habitan en la Ciudad de México han sido testigos de la escasez de agua, reflejada en el racionamiento exponencial. Como refleja el periódico El Economista, hay colonias que reciben el agua 2 o 3 días a la semana. Entonces, ¿qué podemos hacer para enfrentar esta crisis?. Conoce cómo se ha reducido el suministro y cómo puedes usar soluciones de Rotoplas para contar con más y mejor agua.
¿Qué sucede en el Valle de México?
El Valle de México recibe agua potable de diversas fuentes. El 66.3 % proviene de acuíferos de la zona metropolitana, 25.5% del sistema Cutzamala, 6.3% del sistema Lerma y 1.8% de la presa Madín y manantiales. Por esta razón sabemos que el problema de la escasez de agua en la CDMX es un problema multifactorial, no se trata sólo de bajos niveles en las presas.
Venimos de un período de sequía de unos 3 años, por el fenómeno La Niña y ahora el fenómeno El Niño ha prolongado el periodo de sequía. Se estima que hay un déficit de precipitación del 41,4% en todo el país. Esto ha hecho que el sistema de presas Lerma-Cutzamala no haya logrado alcanzar los niveles adecuados. En la actualidad almacena aproximadamente entre el 39% de su capacidad, por lo que se ha reducido progresivamente el volumen de agua que se transporta a la CDMX a la mitad.
También te interesa leer: Cutzamala registra una reducción del 39.8%, ¿cuáles son las causas y efectos de esta crisis de agua?
Por otra parte, los niveles de los acuíferos subterráneos también han disminuido; no sólo por las pocas lluvias sino porque gracias al aumento desmedido de la población urbana, ha crecido la demanda del recurso. Esto es un problema porque se extrae un 215% más de lo que se recarga. Otro gran problema con los ríos y lago subterráneos está relacionado con el emplazamiento originario de la Ciudad de México.
Como todos sabemos, la CDMX está construida sobre un lago y está rodeada de montañas. Por estas características era muy propensa a las inundaciones. Para prevenirlas, se construyeron salidas artificiales para secar lagos, además de la conducción de ríos. El problema es que estas medidas son tan eficientes que se hace difícil (por no decir imposible) la recarga de las fuentes subterráneas por absorción, ya que la lluvia que cae se canaliza por el drenaje.
Como si fuera poco, el problema del desabasto de agua en la CDMX empeora con la falta de mantenimiento y recuperación de la estructura. Manuel Perló, profesor e investigador de la UNAM, explica que cada segundo se pierden unos 12 mil litros de agua por esta causa. Además, sólo el 20% de los usuarios pagan por el servicio doméstico de agua, por lo que Sacmex tiene un gran déficit; en parte causado por el mal servicio. Nadie quiere pagar por algo que no recibe.
Estos problemas del agua no son nuevos, sólo que antes afectaban a un sector bien reducido de la población. Apenas 50 colonias tenían medidas de racionamiento, pero en la actualidad son más de 350 colonias las que tienen un suministro con horario limitado al día. Esto se puede verificar en el sitio web de Agua en tu Colonia. Si bien estos problemas estaban reducidos a las zonas más retiradas y con menores recursos, en este momento hasta las zonas más privilegiadas están siendo víctimas de la escasez.
¿Cómo prevenirte ante el desabasto de agua?
Frente a este panorama desalentador, es urgente implementar medidas integrales y sostenibles para enfrentar la crisis del desabasto de agua en las zonas urbanas de México. Esto incluye la inversión en infraestructuras de captación y tratamiento de agua, la promoción de la eficiencia hídrica en todos los sectores, así como la adopción de prácticas de gestión sustentable del recurso.
Aquí algunas medidas que puedes implementar desde casa:
– Invierte en almacenamiento de agua: parece un montón, pero es mejor invertir de una vez en un buen sistema de almacenamiento como tanques, tinacos o cisternas. El problema del agua va para largo y cada vez tendrás que disponer de más agua por más tiempo. Para esto necesitas almacenarla de forma segura y para ello nada mejor que un tinaco Rotoplas.
– Evita la contaminación: tener agua almacenada puede pasar de ser una bendición a un problema. El agua dentro de un tanque está estancada y esto la convierte en el lugar perfecto para el crecimiento y desarrollo de agentes patógenos. La mejor forma de evitar esto es almacenar el agua en un tanque limpio, con tapa hermética y que no permita el paso de los rayos solares a su interior. Los tanques Rotoplas no sólo cumplen con estas características, sino que cuentan con una capa interna que inhibe el crecimiento bacteriano.
– Cambia tus hábitos: cierra las llaves del agua, usa la lavadora con la carga completa, repara todas las goteras y fugas, toma duchas cortas y evita desperdiciar agua. Puedes implementar nuevas costumbres como reutilizar el agua de la ducha para bajar el inodoro o para regar las plantas. Esto no sólo contribuirá a reducir el consumo general, sino que hará que tu tanque de agua rinda por más tiempo.
El desabasto de agua en las zonas urbanas de México no es una amenaza futura, es una realidad que estamos enfrentando en la actualidad. La acción decisiva y coordinada es esencial para evitar una crisis aún más grave en el futuro cercano. Es responsabilidad de todos, desde los gobiernos hasta los ciudadanos, tomar medidas concretas para garantizar un suministro adecuado de agua para las generaciones presentes y futuras.